Reseña | "I'm Still Here (Ainda Estou Aqui)" de Walter Salles
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SINOPSIS
Brasil, 1971 – Brasil enfrenta el creciente control de una dictadura militar. Eunice Paiva, madre de cinco hijos, se ve obligada a reinventarse después de que su familia sufre un acto violento y arbitrario por parte del gobierno. La película está basada en el libro biográfico de Marcelo Rubens Paiva y narra la historia real que ayudó a reconstruir una parte importante de la historia oculta de Brasil.
RESEÑA
Walter Salles, uno de los cineastas más celebrados de Brasil, regresa con “I’m Still Here”, una película profundamente conmovedora que narra la historia real de la familia Paiva durante la dictadura militar brasileña. Basada en las memorias de Marcelo Rubens Paiva, hijo del exdiputado Rubens Paiva, quien fue uno de los cientos de víctimas de desapariciones forzadas durante el régimen militar, la película es tanto un retrato íntimo de una familia destrozada como una reflexión sobre la memoria colectiva y la resistencia frente a la opresión. Con una dirección magistral y actuaciones deslumbrantes, especialmente la de Fernanda Torres como Eunice Paiva, “I’m Still Here” se ha convertido en un éxito rotundo en Brasil y un fuerte contendiente en la escena internacional.
La película comienza en 1970, en un Río de Janeiro
aparentemente idílico, donde la familia Paiva disfruta de una vida llena de
amor, música y risas. Rubens (Selton Mello), un exdiputado que regresa del
exilio, y su esposa Eunice (Fernanda Torres) crían a sus cinco hijos en una
casa cerca de la playa, rodeados de amigos y actividades cotidianas que
reflejan la alegría de una familia unida. Sin embargo, la sombra de la
dictadura militar se cierne sobre ellos. La detención de Rubens por parte de
agentes del gobierno marca un punto de inflexión en la historia, transformando
el hogar de los Paiva en un espacio de miedo e incertidumbre.
Salles, quien conoció personalmente a la familia Paiva,
dirige con una sensibilidad que combina lo íntimo con lo político. La escena de
la invasión de la casa por parte de los militares es un momento clave: la
cámara, antes estática y serena, se vuelve inquieta, reflejando la
inestabilidad y el miedo que invade a la familia. Rubens es llevado para ser
"interrogado", y aunque intenta mantener la calma, la vulnerabilidad
de Eunice comienza a surgir. A partir de este momento, la película se centra en
ella, convirtiéndose en un relato sobre su fortaleza y determinación para
proteger a su familia y buscar justicia.
Fernanda Torres brilla en su papel de Eunice, entregando una
actuación llena de matices que captura la complejidad de una mujer que enfrenta
la tragedia con dignidad y coraje. Torres logra transmitir la mezcla de dolor,
esperanza y resistencia que define a Eunice, convirtiéndola en un símbolo de la
lucha contra la opresión. Su interpretación, ya galardonada con un Globo de Oro
y con miras al Oscar, es el corazón emocional de la película.
Aunque “I’m Still Here” es, en esencia, la historia de una
mujer fuerte, también es una denuncia contundente de las tácticas utilizadas
por los regímenes autoritarios para controlar y silenciar a la población. La
película muestra cómo el gobierno manipula la verdad, negando la desaparición
de Rubens y manipulando a la familia para hacerles dudar de lo que saben que es
real. Esta manipulación psicológica, sumada a la incertidumbre sobre el
paradero de Rubens, crea una tensión que se mantiene a lo largo de la
narrativa.
La película abarca varias décadas, mostrando cómo los
efectos de las desapariciones forzadas perduran en el tiempo. Eunice no sólo
lucha por criar a sus hijos en medio del dolor, sino que también se convierte
en una activista incansable, exigiendo justicia y reconocimiento para su esposo
y para todas las víctimas de la dictadura. En una escena poderosa, Eunice
responde a un periodista que sugiere que es hora de "dejar el pasado
atrás": "Si no se aclaran y juzgan todos los crímenes cometidos
durante la dictadura, seguirán cometiéndose con impunidad". Esta línea
resume el mensaje central de la película: la importancia de recordar y confrontar
el pasado para evitar que la historia se repita.
El éxito de “I’m Still Here” en Brasil (y, me atrevo a
decir, en el mundo entero) no es casual. La película llega en un momento en que
el país enfrenta debates sobre su historia reciente, especialmente en el
contexto del gobierno de Jair Bolsonaro, quien defendió abiertamente la
dictadura militar. A pesar de las campañas de boicot por parte de grupos de
ultraderecha, la película ha resonado profundamente con el público,
convirtiéndose en la más taquillera del cine brasileño desde la pandemia.
Salles utiliza el cine como un instrumento contra el olvido,
reconstruyendo la memoria a través de imágenes que capturan la vida cotidiana
de la familia Paiva. Las fotografías y las películas caseras en Súper-8 que
aparecen a lo largo de la película no solo sirven como recordatorios de los
momentos felices, sino también como pruebas de una existencia que el régimen
intentó borrar.
“I’m Still Here” no es sólo una película; es un testimonio
vivo de la resistencia humana, un canto a la memoria y un recordatorio de que,
incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y el amor pueden prevalecer.
Walter Salles, con su sensibilidad característica y su profundo compromiso con
las historias que retratan el alma humana, ha creado quizás su obra más poderosa
hasta la fecha. Esta película no sólo confirma su lugar como uno de los grandes
narradores del cine contemporáneo, sino que también lo eleva a un nivel casi
poético, donde cada plano, cada gesto y cada silencio resuena con una fuerza
emocional abrumadora.
Fernanda Torres, en el papel de Eunice, entrega una
actuación que trasciende la pantalla, convirtiéndose en un símbolo de fortaleza
y resiliencia. Su lucha no es sólo por su familia, sino por la verdad y la
justicia, y en ese sentido, “I’m Still Here” se convierte en un reflejo de
todas aquellas personas que, en cualquier rincón del mundo, han resistido
frente a la opresión y el olvido. Salles nos invita a no solo observar, sino a
sentir, a recordar y a cuestionar: ¿qué significa vivir en un mundo donde la
verdad puede ser borrada? ¿Cómo se reconstruye la identidad cuando el pasado es
negado?
Esta película es un llamado a no olvidar, a no permitir que
las sombras del pasado se desvanezcan en la indiferencia. Es una obra que nos
insta a reflexionar sobre el poder de la memoria y la importancia de mantener
viva la lucha por la justicia, incluso cuando el camino parece imposible. Es
una de esas raras obras que trascienden el cine para convertirse en algo más
grande: un recordatorio de que, mientras haya quienes resistan, quienes
recuerden y quienes cuenten estas historias, el espíritu humano seguirá aquí,
imbatible y eterno.
REPARTO
Fernanda Torres, Selton Mello, Fernanda Montenegro, Valentina Herszage, Maria Manoella, Bárbara Luz, Gabriela Carneiro da Cunha, Luiza Kosovski, Marjorie Estiano, Guilherme Silveira, Antonio Saboia, Cora Mora, Olívia Torres, Pri Helena, Humberto Carrão, Charles Fricks, Maeve Jinkings
EQUIPO
Director: Walter Salles
Escritores: Murilo Hauser, Heitor Lorega & Marcelo Rubens Paiva
Productores: Maria Carlota Bruno, Martine de Clermont-Tonnerre & Rodrigo Teixeira
Productores Ejecutivos: Renata Brandão, Juliana Capelini, Thierry de Clermont-Tonnerre, Masha Magonova, Lourenço Sant'Anna, David Taghioff & Guilherme Terra
Compositor: Warren Ellis
Cinefotógrafo: Adrian Teijido
Editor: Affonso Gonçalves
Directora de Casting: Leticia Naveira
Diseñador de Producción: Carlos Conti
Decoradores de Set: Paloma Buquer & Tatiana Stepanenko
Diseñadora de Vestuario: Cláudia Kopke
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