Reseña | "Goodbye Sun (Adieu Soleil)" de Hakim Atoui
GOODBYE SUN
ADIEU SOLEIL
SINOPSIS
Luna, de 11 años, vive con su hermano mayor, Julien, de 17 años, y sus dos padres adoptivos. Es el final del verano y el calor es sofocante. Esperan con impaciencia el eclipse solar del que todos han estado hablando durante días. El sol desaparece detrás de la luna... y no vuelve a aparecer. El evento sacude a todos, excepto a Luna. Para ella, esto está destinado a reducir el calentamiento global.
RESEÑA
"Adieu Soleil", el cortometraje de 20 minutos dirigido por Hakim Atoui, es una profunda meditación sobre la frágil relación de la humanidad con la naturaleza, el poder transformador de la perspectiva infantil y la resiliencia del espíritu humano ante lo desconocido. Ambientado en un verano sofocante en Bretaña, Francia, el cortometraje utiliza un eclipse solar que se niega a terminar como un catalizador para explorar preguntas existenciales sobre la supervivencia, la comunidad y la inclinación humana a imponer significado al caos. A través de una narrativa que entrelaza dinámicas familiares, ansiedades ambientales y matices filosóficos, Atoui crea un relato que oscila entre la esperanza y el fatalismo, desafiando a los espectadores a confrontar sus propias inquietudes sobre el futuro.
La historia sigue a Luna, una niña de 11 años, que vive con su hermano mayor Julien, de 17 años, y sus dos padres adoptivos, Patrick y Christophe, en un pueblo costero. La víspera de un eclipse solar muy esperado reúne a la comunidad en la playa, donde la atmósfera veraniega —marcada por el entrenamiento de apnea de Luna en el agua, los coqueteos de Julien con Paula y el banter cotidiano de la vida familiar— establece un tono engañosamente ligero. Sin embargo, los informes televisivos sobre el calentamiento global en Francia insinúan una inquietud subyacente. Cuando el eclipse ocurre y el sol no reaparece, el pánico se apodera de la multitud. Mientras los adultos buscan explicaciones desesperadamente, Luna, con la claridad sin filtros de una niña, interpreta la oscuridad prolongada como un acto deliberado para salvar a la humanidad de la catástrofe climática: “Es a propósito. Para que nunca más nos asfixiemos. Para que nunca más tengamos calor”.
En su esencia, "Adieu Soleil" es una fábula filosófica que contrapone las respuestas racionales y temerosas de los adultos con la visión intuitiva, casi mística, de Luna. Su decisión de quitarse las gafas protectoras del eclipse, desafiando las advertencias sobre daños retinianos, simboliza un rechazo a los lentes artificiales —sean normas sociales, dogmas científicos o miedo— que oscurecen la verdad. Este acto evoca tradiciones cinematográficas conocidas, donde desprenderse de las “gafas” revela una realidad más profunda. La afirmación de Luna de que el eclipse es “a propósito” para salvar el planeta refleja un optimismo radical, una creencia en que la naturaleza podría intervenir donde la humanidad ha fallado. Sin embargo, esta interpretación está impregnada de ambigüedad: ¿es un faro de esperanza o una lectura ingenua de un evento apocalíptico? El cortometraje plantea que la mirada de la infancia, libre de prejuicios, puede ser la forma más pura de razón, capaz de encontrar significado en el caos donde los adultos sólo ven amenaza.
El eclipse prolongado funciona como una poderosa alegoría del cambio climático, amplificando la relevancia del cortometraje en un mundo confrontado por eventos climáticos extremos. El calor sofocante, un motivo recurrente, refleja la asfixia de un planeta bajo presión, mientras que la negativa del eclipse a terminar literaliza el temor a un mundo sin luz ni calor. Atoui emplea un lenguaje visual y narrativo —descrito como una técnica de “noche americana”— para forjar un lazo emocional entre los personajes y los espectadores. La apertura vibrante y colorida da paso a un crepúsculo inquietante, culminando en un plano final del sol eclipsado que encapsula tanto el temor como la posibilidad de un nuevo comienzo. La brevedad del cortometraje es a la vez su fortaleza y su límite: en 20 minutos, Atoui construye un mundo vívido y una conexión emocional con Luna, cuya fuerza tranquila ancla la narrativa, pero el final abrupto deja al espectador deseando más resolución, sugiriendo el potencial para una exploración más extensa (¡ahora estoy más que interesado en ver una película de larga duración de esta historia!).
El cortometraje entrelaza temas de familia, comunidad y el poder sublime de la naturaleza. Las dinámicas familiares —el rol protector pero frustrado de Julien, los esfuerzos de los padres por resguardar a sus hijos y la rebeldía silenciosa de Luna— anclan el evento cósmico en la intimidad humana. La tensión entre esperanza y fatalismo impregna la narrativa: ¿es la creencia de Luna en un eclipse intencional una fantasía infantil o una percepción profunda de la agencia de la naturaleza? Mi opinión sugiere ambas interpretaciones: algunos verán un mensaje de esperanza, otros una fábula fatalista sobre un futuro climático sin salida. Este dualismo invita a la introspección: ¿cómo se adaptaría la humanidad a la desaparición del sol? ¿Qué “lentes” nos impiden ver la realidad con claridad? ¿Cómo equilibramos la esperanza con las duras realidades del colapso ambiental?
"Adieu Soleil" es un gran trabajo cinematográfico que trasciende su breve duración, planteando preguntas que resuenan mucho después de los créditos. Hakim Atoui fusiona lo personal con lo cósmico, invitando a los espectadores a confrontar sus miedos y esperanzas a través de la mirada inquebrantable de Luna. Su resonancia filosófica radica en su negativa a ofrecer respuestas fáciles, presentando en cambio un espejo de nuestras ansiedades sobre el futuro. El título, "Adieu Soleil", no solo despide al sol, sino a las certezas del pasado, desafiándonos a imaginar qué podría construirse en su ausencia. Ya sea leído como un canto esperanzador a la resiliencia humana o un cuento cautelar sobre la indiferencia de la naturaleza, el cortometraje nos recuerda que la visión más auténtica surge de quienes se atreven a mirar sin miedo.
REPARTO
Clément Fenasse
Amy Frignac
Milo Palacci
Ambre Mussard
Eric Beslay
Ninon Caret
Jules Villané
Santiago Saomey
EQUIPO
Director: Hakim Atoui
Production: Quentin Daniel
Referent: Quentin Daniel
Sales: Quentin Daniel
Film score composer: Arthur Dairaine
Script: Hakim Atoui
Camera: Konstantin Pape
Decords: Calypso Adamo
Sound designer: Valérian Ponsero
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