Reseña | "Snow Bear" de Aaron Blaise

SNOW BEAR


SINOPSIS

Ambientado en un mundo que cambia rápidamente, Snow Bear cuenta la historia de un oso polar solitario en un entorno implacable en su búsqueda para encontrar un amigo.


RESEÑA

En mi casa, ver Brother Bear (o "Tierra de Osos", como la conocemos en Latinoamérica) es casi un ritual familiar. Si le preguntas a mi mamá, a ella le gustan las películas de Disney, pero sólo AMA dos películas: Mulán y Brother Bear, y lo hace con una devoción que trasciende lo racional, que nos contagió a mí y a mi hermana; las podríamos ver mil veces y mil veces lloraríamos, acurrucados en el sofá con una cobija y unos kleenex. Para nosotros, Brother Bear toca fibras profundas sobre transformación, perdón y conexión con la naturaleza. Y es que sólo un gran animador, un verdadero maestro como Aaron Blaise, codirector de Brother Bear, podría lograr algo así. Porque, al final, el verdadero éxito de un proyecto no se mide ni en taquilla ni en premios inmediatos, sino en el amor perdurable que inspira en el público, en cómo se queda grabado en el corazón de generaciones. Mi mamá y yo incluso tenemos ese inside joke de repetirnos constantemente: "The story of a boy who became a man...", sólo para que el otro responda: "...by becoming a bear". Y me parece hermoso: es una frase que nos recuerda la empatía, la humildad ante el mundo natural y la belleza de ver el mundo desde los ojos del otro.

Dos décadas después, Aaron Blaise nos regala Snow Bear, un cortometraje que se siente casi como una extensión espiritual de Brother Bear, pero destilada en una forma más personal. Este veterano de Disney dedicó tres años enteros a este proyecto solitario: 11,000 dibujos hechos a mano por él mismo, fotograma por fotograma, sin equipo, sólo su talento, su pincel digital y un corazón que piensa en los animales y en contar historias sanadoras. Aproximadamente 8 dibujos al día en promedio, y cada uno igual de perfecto que el anterior.



La historia no tiene diálogos, como las grandes obras maestras de la animación clásica, y sigue a un oso polar solitario en un Ártico implacable. Rechazado por zorros, orcas y gansos, decide hacerse un amigo de nieve. Lo que sigue es una sinfonía alegre: juegan bajo auroras boreales, a las escondidas, imitan morsas, comparten comida... pero el hielo se derrite, tanto literal como metafóricamente, y el oso pierde a su compañero efímero en una escena conmovedora que evoca nuestra inevitable fragilidad.

Sin embargo, Snow Bear es mucho más que una familiar fábula tierna. Blaise, con maestría absoluta, teje capas profundas: la soledad universal, esa ansia de conexión que todos hemos sentido alguna vez, la pérdida devastadora, el sentirse a la deriva, el hallazgo inesperado del amor y la sutil, pero innegable, crisis climática que amenaza a los osos polares de nuestro planeta. El derretimiento es, entonces, mucho más que un fondo decorativo: es un motor dramático, un recordatorio urgente de la fragilidad no sólo individual, sino colectiva... la fragilidad de nuestro propio mundo.

La animación es una cosa de otro mundo si a nivel técnico hablamos. Blaise aquí despliega su talento con una fluidez sobrenatural. Yo no sé mucho de animación, sin embargo, reconozco lo difícil que es que un dibujo sea animado con un movimiento que transmita emociones sin palabra alguna. Me sobrecoge pensar qué tan buen maestro de la animación debe ser Blaise como para hacer que, en la curvatura de una ceja, una mirada expresiva, la curvatura del cuerpo, el temblor de una pata o la inclinación de la cabeza haya un sinfín de significados.

La banda sonora de Mark Mancina y Marlon E. Espino, como siempre, eleva todo a lo sublime, guiando el corazón del espectador como una voz invisible. Me declaro un "fan de hueso colorado" de Mark Mancina, como decimos en México.



Snow Bear es grandioso porque es sumamente íntimo. Es un recordatorio de que la gran animación nace del corazón. Aaron Blaise, con esta obra solitaria y monumental, no sólo honra su legado: lo expande, lo personaliza y lo hace eterno. Es un remedio para el alma solitaria, el alma viajera, un homenaje a la resiliencia del amor y un llamado a cuidar nuestro planeta. Aaron Blaise, con esta obra maestra, me recuerda por qué amamos la animación: porque, en manos de un genio como él, los dibujos pueden hacerse reír, llorar y reflexionar como nada más, ni el mejor CGI, ni la escena mejor actuada. Si Brother Bear ya era un ritual en mi casa, Snow Bear ya se ha ganado un lugar eterno junto a él. No me conoces, Aaron, pero en el fondo de mi alma te agradezco por seguir acompañando a mi familia, como lo has hecho por más de veinte años. Gracias por seguir regalándonos belleza en un mundo que tanto la necesita.


EQUIPO

A Film by Aaron Blaise

Produced by Nicholas Burch

Music by Mark Mancina and Marlon E. Espino

Story by Aaron Blaise and Nicholas Burch

Storyboards, Character Design, Animation, Backgrounds & Edited by Aaron Blaise

Consulting Producer - Chuck Williams

Additional Storyboards - Lyndon Ruddy, Travis Blaise

Story Consulting - Lyndon Ruddy, Travis Blaise, Tim Hodge, Chuck Williams, Ronnie Williford

Engineered and Mixed by Kevin Harp

Orchestrated and Conducted by Steven Rader

Red Horse Studio Assistant - Wyatt Wadsworth

Foley Artists - John Roesch, Charles Kohlmyer

Foley Mixer - Glenn Eanes

Foley Editor - Solange S. Schwalbe

Foley Apprentices - Jahne Zachery, Janelle Lee Austin, Buzz Moran

Post-Production Sound Accountant - Daniela Pontoriero

Client Services - Eva Porter

Senior Manager, Studio Capacity - Carrie Perry

Mix Technician - Liz Marston

Digital Editorial Support - Scott Theakston

IT Engineer - Darren Carey

Post Production Sound Services - Skywalker Sound

Supervising Sound Editor, Sound Designer - Mac Smith

Re-Recording Mixer - Stephen Urata

Sound Effects Editor - Derek McGinley

Head of Production Finance & Planning - Mike Peters

Head of Engineering - Steve Morris

Head of Production - Jon Null

General Manager - Josh Lowden

Additional Character Paint - Claudia Borbón, Vedanta Sproston

Production Coordination - Claudia Borbón, Chuck Williams

Additional Animal Vocals - Alexandra W. Smith

Title Design & Animation - Stefan Kunz