Reseña | "Trapped" de Sam y David Cutler-Kreutz

TRAPPED



SINOPSIS

Un conserje de preparatoria corre a través de una serie de obstáculos peligrosos.


RESEÑA

Los ciclos de poder tienen una forma de cerrarse sobre las personas sin que nos demos cuenta. A veces no se manifiestan como grandes estructuras visibles, sino como dinámicas pequeñas, repetitivas, que terminan atrapando a quienes las vivimos. Esos ciclos no sólo dictan quién tiene el control, sino también determinan quién se queda inmóvil, quién repite patrones y quién siente que, aun intentando moverse, está siempre regresando al mismo punto. En ese sentido, la idea de estar atrapado, ya sea en un espacio o en una relación, en una expectativa o en una versión de uno mismo, se convierte en un hilo que nos conecta a todos.

Si algo han demostrado los hermanos Cutler-Kreutz es que son cineastas que saben utilizar muy bien cada herramienta a su disposición para lograr que los espectadores sintamos un sinfín de emociones en muy poco tiempo. Trapped, su más reciente cortometraje, es el ejemplo perfecto: con total precisión y sin una sola palabra de más, refleja la estructura completa de la desigualdad estadounidense contemporánea.

La historia es, en apariencia, muy simple: Joaquín (Javier Molina), conserje nocturno latino en una escuela privada, trae a su hijo pequeño porque no tiene con quién dejarlo. En el gimnasio encuentra a cinco adolescentes blancos preparando una broma de fin de curso: cientos de trampas para ratones cubren el suelo como un campo minado. El enfrentamiento que sigue (humillación, dinero lanzado al aire, encierro, revancha, contra-revancha) se desarrolla en un solo espacio, pero su resonancia es la de una tragedia trasladada al corazón mismo del privilegio institucional.



En ese instante me reconocí. Reconocí a todos mis hermanos latinos en E.E.U.U. y el mundo entero. Me reconozco en la humillación de todos los que alguna vez han limpiado baños, cuidado niños ajenos, aguantado jornadas imposibles en el campo sin tener la dignidad del trabajador, siendo reducidos a sirvientes. Reconozco en Joaquín a todos los latinoamericanos que, para ciertos ojos, nunca seremos más que el perro que trae el palo. Y duele muchísimo porque, al menos en este cortometraje, esos ojos son los de un grupo de adolescentes que apenas están aprendiendo a ejercer el poder que ya les pertenece por nacimiento.

Lo que hace de Trapped una obra excepcional no es la tensión (aunque la tensión es implacable), sino la inteligencia con la que los hermanos Cutler-Kreutz convierten la memoria personal en diagnóstico social. Ambos han explicado que el filme nace de su infancia como hijos de una maestra y esa posición liminal (ni del todo dentro ni del todo fuera de ese entorno) les permitió registrar muy temprano, lo que Bourdieu llamaría "violencia simbólica" cotidiana: la naturalidad con que ciertos cuerpos ocupan el espacio y otros lo limpian. No sé si los hermanos Cutler-Kreutz pretendían cargar todo el peso que cargan al contar esta historia, pero lo hicieron con una delicadeza y una rabia contenida que, como latinoamericano, agradezco en el alma. Trapped es la destilación adulta de esas observaciones juveniles de sus directores. No se trata sólo de empatía impostada, sino de una mirada que, por haber estado físicamente presente en el lugar de los hechos y con historias similares, sabe exactamente dónde colocar la cámara para que el espectador sienta la asfixia.

La metáfora de las trampas para ratones opera en múltiples registros simultáneos: literalmente, es sólo una broma adolescente, pero alegóricamente, se trata de los cepos que la sociedad tiende a los cuerpos racializados y de clase trabajadora, porque la trampa se vuelve contra quien la arma y, sin embargo, el sistema la desactiva siempre a favor del más fuerte.



Javier Molina ofrece una interpretación de contención absoluta: la rabia nunca estalla, su rostro apenas iluminado transmite la conciencia de ser visto como cuerpo disponible, pero nunca como sujeto. Frente a él, los adolescentes, en especial el interpretado por Matthew Woodward, no son caricaturas de maldad, sino productos lógicos de un sistema que les enseña que la crueldad tan sólo es una forma más de ocio. La naturalidad con la que ejecutan la humillación resulta más aterradora que cualquier villano convencional.

El último plano duele sin diálogo alguno: sólo con la canción "País Nublado", de Helado Negro. Y en esa canción, en los ojos de Joaquín, en el quieto agotamiento de su hijo, cabe toda la historia de nuestra gente latinoamericana en el E.E.U.U. contemporáneo: la certeza de que mañana volverán a limpiar lo que otros ensuciaron, de que el niño crecerá sabiendo exactamente dónde está parada su familia en la pirámide, de que pedir justicia es un lujo que no le pertenece a las minorías.



Cuando terminó el corto me quedé pensando mucho tiempo. Pensé en papás llegando a las cinco de la madrugada de trabajos distintos con las manos destrozadas, en mamás limpiando casas de gente que nunca aprendió a pronunciar su nombre. Y entendí que Trapped no es sólo un filme. Es un espejo... y duele mirarse en él.

En apenas quince minutos, los hermanos Cutler-Kreutz logran lo que muchas películas de dos horas apenas comienzan a insinuar: una radiografía de la intersección entre clase, raza y espacio institucional que no necesita discursos. Trapped no pide compasión, sino reconocimiento. Y lo obtiene mediante la precisión implacable de dos niños que saben exactamente lo que vieron y, decidieron como directores, años después, no mirar para otro lado. Es una gran e imprescindible obra.


REPARTO

Javier Molina, Keith William Richards, Kamron Ali Toosi, Matthew Woodward, Luke Cawley, Ethan Jones, Aedan Jayce, Joel Meyers, Brad Michael Pickett, Andrea Murillo


EQUIPO

Written & Directed by Sam & David Cutler-Kreutz

Produced by Sam & David Cutler-Kreutz

Producers – Silvia Chen, Tara Sheffer, Alex Morsanutto

Cinematography by Gabriel Crawford Connelly

Costume Design by Karen Boyer

Edit by Caitlin Carr

Music by Freya Berkhout

Casting Director – Matthew Glasner

Line Producer – Meg Catalfamo

Associate Producer – Abigail Atkeson

Assistant Director – Alex Morsanutto

1st AC – Jonah Koplin

2nd AC – Jet Cafuli

Sound Mixer – Yves Armand Albaret

Boom Op – Shari Rosenfeld

Gaffer – Shamus Lobene

Key Grip – George Haley

Paper Fabrication – Edwin Torres

PA – Mendel Uminer, Leah Profitt

Post Sound Studio – The Formosa Group

Sound Designer / Re-Recording Mixer – Trevor Gates

Foley Services Provided by Alchemy Post Sound

Foley Artist – Leslie Bloome

Foley Editor – Annie Taylor

Foley Mixer – Ryan Collison

ADR Studio – Sound Lounge

ADR Recordist – Brendan Roche

Color by Company 3

Colorist – Nick Metcalf

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Reseña | "The Wild Robot" de Chris Sanders

Reseña | "In the Shadow of the Cypress (در سایه سرو)" de Shirin Sohani y Hossein Molayemi

Reseña | "ADO" de Sam Henderson